Cenando en Tallin - Estonia

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sábado, 5 de marzo de 2011

SICILIA – Cultura viajera FEB 2011

Vulcano

La fuente de la Plaza de la Catedral de Catania
Iglesia normanda y campanario en ERICE
Templo de Juno - AGRIGENTO
MUSEO ARTE CLÁSICO
Teatro Griego de SEGESTA
Templo de la Concordia - AGRIGENTO
El ETNA

Sicilia es la Isla con forma de triángulo que se junta con la punta de la bota italiana en el Estrecho de Messina. Su nombre en latín “Trinacria” así nos lo indica.

Forma una continuación de los Apeninos y su deriva la hace navegar alejándose de Italia. Su orogénesis violenta da lugar aún hoy en día a actividad volcánica como fumarolas, explosiones y emanaciones efusivas de lava que enriquecen su corteza y le dan fertilidad. El Monte Etna es el volcán europeo más alto en activo.

Es una perla en el Mediterráneo, al que mira desde su cara sur y su cara este, donde se asentaron principales colonias fundadas por civilizaciones fenicias y griegas y allí construyeron magnos edificios que atestiguan la riqueza y magnificiencia de esa época. Estas colonias venían a suplantar civilizaciones anteriores como los sicalos y posteriores como romanos, cartagineses, bizantinos, árabes, normandos, españoles e italianos que la embellecieron y organizaron fundando importantes ciudades.

A sus pequeños archipiélagos del Sur, las islas Pelagias es donde llegan hoy las migraciones masivas del norte de áfrica, del magreb, acaso buscando tiempos de esplendor en la huída de su subdesarrollo social.

Pero es en el Mar Tirreno donde se yergue la capital, la industria, el comercio con el resto de Italia, los aeropuertos, los grandes puertos y de donde parten sus principales vías de comunicación, dispone de 2 aeropuertos: Trapani y Palermo. En este Mar se encuentran las Islas Eolias, 7 joyas naturales nacidas de la actividad vulcánica. Sicilia se halla sobre una gran falla tectónica y el roce de las placas aficana y euroasiática se manifiesta a diario en islas como Vulcano, la célebre Estrómboli o en su mayor muestra, el Volcán Etna cerca de Catania.

En Segesta entre los verdes valles cercanos al mar los Elimi, un pueblo venido de la antigua Troya desarrolla su cultura y civilización clásica. Teatros, Templos, Aras sagradas se levantan en lugares naturales predominando sobre el paisaje. Antiguas ciudades circundaban las tierras de Segesta, en la cuál el pueblo satisfacía su religiosidad y cultivaba su ocio.
El comercio con los pueblos mediterráneos ribereños se desarrollaba en paz hasta los combates por la supremacía con el pueblo de Selinunte fundado por griegos siracusanos independientes de Atenas. En sucesivas e interminables guerras con ayudas de cartagineses SEGESTA decae y sus habitantes se dispersan. Hoy una Acrópolis magnífica nos recuerda su esplendor. El Templo Dórico de Segesta se nos muestra inacabado, sin techumbre y su Teatro que mira al Mediterráneo en la Acrópolis de Segesta recoge los ecos de tragedias y comedias.

Erice es un bello pueblo construido en la cima de un monte dominando toda la costa del Tirreno cercana a Trapani. Su encanto medieval le hace ser imprescindible en la visita turística. Calles empedradas, antiguas casas señoriales, terrazas que buscan la luz entre las estrechas callejuelas confieren un encanto al pueblo sobre el que se levantan castillos de arquitectura normanda que nos hablan de la Historia mercenaria de las luchas por el poder de la Iglesia en Roma. Un pequeño archipiélago de 3 islas, las Egadas se divisa desde la altura de su emplazamiento que posee de las mejores vistas de todo el Mediterráneo.

La Acrópolis de Selinunte es una maravilloso recinto arqueológico junto al mar Mediterráneo. Está dividida en dos partes, la meridional y la septentrional. Restos de Templos que fueron derruidos por las batallas entre Atenienses y púnicos y terremotos devastadores, los relegaron a un gigantesco puzzle con piezas de varias toneladas; no obstante el lugar se mantiene intacto frente al mar. Importantes calzadas romanas dan idea de la encrucijada de caminos sobre la que se asentaba, y los restos arqueológicos hallados: ánforas, estatuas, sarcófagos, ex votos nos proporcionan una evocación de las culturas clásicas que predominaron en la Magna Grecia.
Selinunte debe su nombre a una planta silvestre parecida al perejil que campea por sus campos. El estilo dórico impera en esta bella ciudad griega que conserva aras de sacrificio con antiguos símbolos paganos. La solidez de sus murallas nos habla del carácter defensivo que desde su construcción tuvo. A un centenar de kms queda al antigua GELA la ciudad estado que la fundó. A solo 170 kms quedan las costas de Túnez.

La gran llanura del sureste siciliano se muestra con profusión entre suaves colinas y montes aislados que dan lugar a fértiles valles. No en vano la isla entera fue considerada en época romana el granero del Imperio. La fertilidad de sus tierras favorece la explotación agrícola, sorprendiendo plantaciones de chumberas entre vides y cítricos, almendros y olivos, habas y alcachofas.. El paisaje mediterráneo siciliano queda salpicado de múltiples cortijos abandonados que hablan de un pasado de esplendor agrícola, hoy reutilizado por el agriturismo siciliano.

Ciudades como CALTAGGIRONE que son auténticas capitales de la cerámica que invade la isla. Rostros moriscos con bigote, medusas con 3 piernas son símbolos de Sicilia que se pueden encontrar en cualquier sitio. La ciudad construida sobre un alto promontorio da muestra de la labor alfarera en las edificaciones públicas, escaleras y balaustradas. Plantaciones interminables de alcachofas y paleras de higos chumbos llenan los valles entre las ciudades. Llegando a ENNA se visita un original Lago de agua salada que está bellamente poblado de arboleda y favorece en sus riberas el ocio de las gentes. El Mar a través de grietas en la corteza terrestre se abre paso y asoma entre los valles de la llanura dando lugar a nostálgicos episodios de la mitología griega y romana.

Enna pasa por ser la ciudad capital de provincia más alta pues está construida sobre un monte, con calles empinadas y estrechas que llevan a la cima donde se yergue el Castillo de los lombardos. Un espectacular panorama se observa desde sus almenas sobre los pueblos y ciudades de alrededor. El Etna hace notar su proximidad y la altura del lugar invita a ponerse una manga más.

En la ruta hacia CATANIA, la segunda ciudad de Sicilia, aparece el imponente ETNA que se nos muestra con una enorme bufanda en forma de collarín blanco, por la nieve acumulada en las laderas de su cumbre. El Etna es el volcán activo más alto de Europa y en su zona de influencia se concentran las ciudades más turísticas del país, Taormina, Giardini Naxos, Acireale, Catania, Siracusa..
El Etna es un volcán efusivo, que intermitentemente entra en erupción desde su creación unos 500.000 años atrás. Su diaria actividad se muestra en las fumarolas de sus cráteres superiores y ríos de lava inmensos fosilizados atestiguan su carácter imparable. Casas semitapadas por la lava de años atrás nos recuerdan de la peligrosidad del lugar, que sin embargo no atemoriza a los habitantes del lugar. El Etna dispone de confortables instalaciones cerca de la cima, pistas de esquí y viviendas particulares que pueblan sus bosques. La lava emanada a toneladas de toneladas se vuelve una materia prima fácil y más que abundante y el hombre ha sabido aprovecharla. En ciudades como Catania se observa en el asfaltado de las calles, en su empedrado, en muros, en carreteras, como cimentación, etc.. El color de la lava confiere el nombre a Catania de la ciudad negra.

Catania venera a Santa Ágata y en Febrero cientos de miles de personas procesionan pidiendo su intercesión. La ciudad alberga unas 500.000 personas y centenares de iglesias y monasterios. Su Plaza de la Catedral es espectacularmente monumental, destacando el estilo barroco y neoclásico en las fachadas de los edifios que la conforman como Palacio arzobispal, Ayuntamiento, Catedral, etc.. Ríos soterrados irrumpen en una preciosa fuente con estatuas del Renacimiento italiano. Los resto del antiguo anfiteatro, plazas arboladas, calles perpendiculares entre las que destaca la Vía Etnea con estatuas que reverencian a sus hijos ilustres como Bellini, entre comercios de lujo y lava.
El Puerto de Catania le da su importancia, la proximidad de las refinerías de petróleo, los minerales que se extraen del Etna, aeropuerto internacional, sus playas y costas la hacen ser la capital siciliana, aunque ese puesto lo ocupa su rival del Norte.

Cada una de estas ciudades se ve rodeada de un sinfín de pequeños pueblos que viven de la agricultura en las faldas del volcán. Una antigua industria del vino se desarrolla en las fértiles Tierras del Etna donde diversas vides se desarrollan. La Malvasía es una uva que sirve de base a uno de los mejores vinos de Sicilia, el Passito, un semidulce color ámbar y oro que asemeja al de Lanzarote. Aunque Tempranillo, Shirah, Cabernet y otras uvas también dan su producción de “rossos” y “rossatos”. (Una curiosidad: Vino tinto en siciliano significa vino malo, por tanto pida vino rosso). Pequeñas huertas conviven mirando al Mediterráneo desde las alturas con una tierra muy negra bajo sus pies. Almendros, limoneros, mandarinos, olivos, vides, y toda la flora mediterránea convive entre Cactus, piteras, pinos, abedules, cedros, abetos y arboleda de alta montaña en una armonía y mezcolanza difíciles de observar en otros sitios.

Sicilia es correctamente llamada la MAGNA GRECIA y es en ciudades como SIRACUSA donde ese nombre se hace bien palpable. La zona arqueológica está predeterminada por obras colosales como son el Ara de Ierón que data del S. III a.c., el Teatro griego, muy bien conservado, la Oreja de Dionisios, el Jardín del Paraíso y su Anfiteatro Romano. El Ara sagrada daba lugar a importantes celebraciones como sacrificios de cien bueyes que eran ofrecidos a los dioses en un altar olímpico. Estos sacrificios explican el significado de la palabra hecatombe. Tras las ofrendas sagradas el griego se acercaba al Teatro a disfrutar de la Filosofía, de la Danza, de la Tragedia y de la Literatura. La cabida de sus gradas de unas 30.000 personas dan idea de la grandiosidad de la ciudad. Uno de los Tiranos de la época era Dionisios y una curiosa forma de una grieta en un macizo rocoso se conoce como la Oreja de Dionisios, en su interior la entrada se hace en espiral al igual que nuestro oído. El macizo rocoso y el Teatro griego conforman un exuberante valle de varias hectáreas que es llamado el Jardín del paraíso y que nos acerca hasta el Anfiteatro Romano en el que se muestran diversos sarcófagos.
Siracusa debía su importancia a su puerto natural en la pequeña Isla Ortigia, hoy unida por cinco puentes y que se constituye en el centro de la ciudad. El propio San Pablo se refugió tras una tempestad en estas costas sicilianas, dando fe y testimonio de las vivencias y muerte de Jesús y fundó aquí una de las primeras Iglesias de Italia. Hoy la misma Catedral dedicada al Apóstol muestra orgullosa entre sus muros , las antiguas murallas del Templo griego. La Santa Lucía sufrió martirio y es la patrona de la ciudad, ampliamente venerada y con una Iglesia magnífica que sorprende por su belleza. La isla Ortigia es monumental, vestigios arqueológicos aparecen por doquier en bellas plazas, en canales y en sus principales edificios.
En este lugar se da muy bien una planta silvestre, el papiro, esa misma planta de Egipto pero en otra variedad. Este hecho hizo que desde antiguo el uso del papel se diera en SIRACUSA y no es de extrañar que su avanzada sociedad gozara de los mayores placeres de los productos que se comerciaban entre los pueblos ribereños del Mare Nostrum.

Giardini Naxos un edén de jardines y huertos que nació en la desembocadura de pequeños ríos provenientes del monte es hoy un importante destino turístico de playa; Acireale con su magnífico Carnaval es considerado el mejor de Italia tras Venecia y Taormina, la Ibiza Siciliana merecen una visita obligada. Taormina está construida sobre el monte con acantilados que dan gran belleza a la costa mediterránea. Su origen griego queda manifiesto en su Teatro que fue más tarde embellecido por los romanos y que mira al Etna. Sus calles son peatonales y cientos de comercios abastecen a los visitantes de souvenires, cerámicas, antigüedades y moda.

En la costa hacia Messina las playas pequeñas de arena negra proveniente de la lava volcánica contrastan con la claridad de las aguas invitando al baño. Las costas de Italia se divisan y no es hasta Messina donde sólo 3 kms separan a la Isla de su madre patria, cruzados por miles de ferries a diario que mantienen una actualizada actividad comercial entre las provincias de Reggio Calabria y Sicilia.

VPB

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